sábado, 14 de julio de 2012

cactus

Te di lo necesario para que sigas allí.
Latiendo. Creciendo.


Fue fácil, claramente,
porque no hacía falta mucho más que admirarte.


Fuiste una elevada metáfora
de todo lo que me sucedía.


Y de todo lo que me sigue sucediendo.


Intacto y pequeño me demostraste, nuevamente,
tu belleza y simplicidad.


Olfato, Gusto, Vista, Oído.


y Cacto.

Mis sonrisas se multiplicaron, como siempre,
a pesar de que te sigas acompañando de espinas.




No hay comentarios: